viernes, 18 de mayo de 2007

I. Preámbulo

I. PREÁMBULO:


Mi despertar llego como cada mañana. El sol golpeaba en mi cara... una vez más el día comenzaba. Un nombre, una figura. Ningún rostro. La silueta negra que golpeaba mi mente una y otra vez. Quién soy. De dónde he venido.

Las palabras llegaban a mi cabeza: trozos de aquella época en la que devoraba todo lo que estaba a mi alcance. Ideas, pensamientos.

Para contar mi historia tengo que empezar muy atrás. Si fuera posible, tendría que remontarme todavía más, hasta los primeros años de mi infancia e incluso hasta la lejanía de mi procedencia.

Los poetas, cuando escriben novelas, acostumbran a actuar como si fueran Dios y pudieran dominar totalmente cualquier historia humana, comprendiéndola y exponiéndola como si Dios se la contase a si mismo, sin velos, esencial en todo momento. Yo no soy capaz de hacerlo, como tampoco los poetas lo son. Sin embargo, mi historia me importa más que a cualquier poeta la suya, pues es la mía propia, y además es la historia de un hombre: no la de un ser inventado, sino la de un hombre real, único y vivo. Lo que esto significa, un ser vivo, se sabe hoy menos que nunca, y por eso se destruye a montones de seres humanos, cada uno de los cuales es una creación valiosa y única de la naturaleza. Si no fuéramos algo mas que seres únicos, seria fácil hacernos desaparecer del mundo con una bala de fusil, y entonces no tendría sentido contar historias. Pero cada hombre no es solamente él; también es el punto único y especial, en todo caso importante y curioso, donde, una vez y nunca más, se cruzan los fenómenos del mundo de una manera singular. Por eso la historia de cada hombre, mientras viva y cumpla la voluntad de la naturaleza, es admirable y digna de toda atención. En cada uno se ha encarnado el espíritu, en cada uno sufre la criatura, en cada uno es crucificado un salvador.

Pocos saben hoy qué es el hombre. Muchos lo presienten y por ello mueren más tranquilos, como yo moriré cuando haya terminado de escribir esta historia.

No puedo adjudicarme el título de sabio. He sido un hombre que busca, y aún lo sigo siendo; pero ya no busco en las estrellas y en los libros, sino que comienzo a escuchar las enseñanzas que me comunica mi sangre. Mi historia no es agradable, no es dulce y armoniosa como las historias inventadas. Tiene un sabor a disparate y a confusión, a locura y a sueño, como la vida de todos los hombres que ya no quieren seguir engañándose a sí mismos.

La vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero. Ningún hombre ha llegado a ser él mismo por completo; sin embargo, cada cual aspira a llegar, los unos a ciegas, los otros con más luz, cada cual como puede. Todos llevan consigo, hasta el fin, los restos de su nacimiento, viscosidades y cáscaras de huevo de un mundo primario. Unos nunca llegan a ser hombres; se quedan en rana, lagartija u hormiga. Otros son mitad hombre y mitad pez pero cada uno es un impulso de la naturaleza hacia el hombre. Todos tenemos en común nuestros orígenes: las madres; todos procedemos del mismo abismo; pero cada uno tiende a su propia meta, como un intento y una proyección desde las profundidades. Podemos entendernos los unos a los otros, pero interpretar es algo que solo puede hacer cada uno consigo mismo.

Historias del Sa'

Como estamos en época de sequía, recurro a lo que tengo a mano, guardado a buen recaudo. Hace años nos dedicábamos a escribir historias que luego la gente iba completando, como propuso hace no mucho Patricilla. Había alguna historia que estaba bien, y había alguna historia que comenzaba con algo que alguien leía en algún lado, como será aquí el caso.

Todo el tema de las historias acompañaba a una especie de juego que habíamos montado por internet (friki, friki...) y que todavía hoy sigue funcionando. En esta ocasión, el primer protagoniste es un tal Sa'ashtariha que en árabe significa "lo compro" (google dixit). Y el apellido, era algo así como "¿acepta tarjeta de crédito?" pero eso, por ahora, nadie lo sabía. Ahí va, por partes, ¡para que se entretengan!

Boro y Lucas

Boro y Lucas

Esto es mu fuerte! Documento gráfico impresionante de Boro (gato Gonso), lamiendo a Lucas (gato Manwell). Yo es que memosiono co nestas cosas!

http://www.youtube.com/watch?v=0j8xubbeNos