Ahora, después de cinco años, toca hacer las maletas. Estoy esperando a que ciertos individuos se dignen a hacer su trabajo de una vez y me digan si esa despedida será feliz o, en cambio, será una incógnita de esas de no saber donde te caerás.
Ahora, cada vez que hablo con alguien que no veo habitualmente, me preguntan por lo mismo. ¿Sabes algo ya? ¿Cuándo te responden? La primera posibilidad es Edimburgo, con sus escoceses, sus gaitas y sus faldas de cuadros. La otra posibilidad reciente es Grenoble, en Francia, con sus gabachos, sus vinos y su sincrotrón (eso que sé que nadie sabe).
Pero vaya, la entrada no va de esto. Estaba pensando en el tema alquilar mi casita. Por un lado puedo ofrecérsela a unos guiris y tratar de hacerme rico, pero creo que es poco probable el inmenso beneficio. Por otro lado, puedo ofrecérsela a alguna parejilla, para que cuiden de María y de la casita. Cada mes pago religiosamente cierta cantidad de dinero para mantener esa casa ¿Hay alguien dispuesto a seguir haciéndolo?
