viernes, 9 de noviembre de 2007

Neikos va al banco. Capítulo IV

Y es que mira que me enrrollo, pero miren, así, un día, una historia nueva.

De esta manera, me senté frente a los ínclitos banqueros dispuesto a defender mis ideas a muerte. Quería una cuenta y la quería como fuese. No solo les llevé mi pasaporte sino que también llevaba mi carnet de conducir (y dos horas más tratando de comparar ambos gurruchinos que tengo en lugar de firma). No solo les llevé una carta de mi banco de españa diciendo que soy un tío majete sino que también llevaba otra de mi supervisor (que se lee /supervaisor/, así, en inglés que le da mas caché). En fin, me estuvieron media hora de reloj contestando preguntas: que donde vivía, que si estaba casado, que donde trabajaba, que cuanto cobraba, que cuantas horas trabajaba (de qué hora a qué hora), que cuanto gastaba (juro que lo preguntaban)... no sé, yo creo que te hacen muchas preguntas para que te despistes y que cuando llegue la de que si vas a atentar contra el presidente digas que sí, pero que por favor, que lo que tu querías era una cuenta en el banco.

Ahora, eso sí, viene la parte buena. Mi hermana, que ha salido varias veces ya pero es que es muy sabia pese a que se está indigenando, me dijo, pssst, tú diles que eres doctor. Así, que cuando pusieron mi nombre (no, no les dije nada de culkin) vi que había un Mr. delante, y como quien no quiere la cosa les dije, well, I'm a doctor... Oh! maravilla! De repente, lo que iba a parecer muy dificil de conseguir por lo de los seis meses y toda la pesca ya no era un problema. Así el tipo se puso a preguntare si quería un seguro de accidentes, tarjetas de crédito, un plan de inversión... Bueno, lo del plan no estoy seguro porque la verdad es que le entendía la mitad. Como cuando estaba buscando piso y llamaba a la gente y me decian que los pisos no eran para comprar, sino para alquilar. Y es que, amigos, traten de comparar como suena decir To share y To sell por teléfono y verán que el rollo que nos vendieron del follow me no es suficiente.

Neikos va al banco. Capítulo III

Mi hermana me comentaba que cuando aquí alguien te pregunta qué tal el día, lo que esperan oir es un "bien gracias" y a otra cosa. Claro, esto me lo dijo después de llevar dos semanas contándoles a mis compañeras de piso lo que había hecho con pelos y señales cada día en la universidad. Y bueno, cuando uno tiene que aprender a programar, sentado todo el día frente a un ordenador y no se entera de nada, digamos que su vida laboral no es muy interesante que digamos... pero mira, fueron ellas las que me preguntaban.

Ahora, directamente, cuando alguien me pregunta por mi vida me entra un poco de risueñeidad y, con la mejor de mis sonrisas, solo digo un verygoodandyou. Eso me pasó cuando llegué el viernes por la mañana a mi appoinment en el banco. Me subieron en un ascensor, y en el camino una señora muy maja me preguntó qué tal el día. Pues nada podría haber dicho, son las 9 de la mañana y todavía no he hecho nada. Claro, también le podría haber dicho que se esperase media hora a que terminase el appoinment, que seguro que le podía contar lo gracioso que era tratar de abrir una cuenta en un banco sin haber vivido seis meses en el pais. Pero bueno, uno tenía un objetivo bien claro (sacarse la cuenta) y este tipo de comentarios no iba a ayudar demasiado...

Neikos va al banco. Capítulo II

Llevo un mes en esta ciudad, pero no creais que he estado cruzado de brazos. Durante todo este tiempo he estado acumulando documentos que me pudiesen servir para abrirme una cuenta en un banco británico... y es que, después de conseguir una habitación en un piso en condiciones y de poder ir en una bici sin mancharse con la cadena y sin morir ahogado cuando llueve, lo de la cuenta es lo más dificil de conseguir aquí.

Hace un tiempo hice un primer amago y les envié una petición (sí, como si fuese pedir una mano) vía internet. Ya sabéis, era rápido, era fácil, no tenía que tratar de descrifrar la lengua en la que me hablan... total, me mandaron a la mierda y me dijeron que me pasase por una surcursal. ¿Cuál era el problema? Pues que llevaba menos de seis meses viviendo en el Reino Unido.

Tras el problema tarjetil (ver capítulo I) decidí irme a la principal sucursal de la ciudad. Allí entré con mis papeles en una mano, con mi casco de la bici en la otra, para prguntarme qué quería. To open an account -les dije-. Que vendría a traducirse como que me quería abrir una cuenta. Entonces me dijeron que no, que necesitaba un appoinment, una cita, y que me trajese algo que me identificase (recordemos que esta gente no tiene DNI) y mi dirección anterior de hace seis meses. No, no, le dije, I'm spanish! Pero antes de que me mandase a la mierda le dije que tenía muchísimos papeles y que me iban a servir seguro. El tío todavía tuvo la jeta de decirme que vale, que a ver si mañana me podían ayudar. Coño, el banco haciendo labores sociales y ayudando a la gente a que meta su dinero. Como cambia el cuento.