lunes, 16 de julio de 2007

Preparando la despedida

Al que no lo sepa todavía yo se lo cuento: cinco años es mucho tiempo y me voy ya de Granada. Ya lloriqueamos hace un par de semanas sobre el tema, así que no insistiré. He pedido varias becas/contratos para irme a trabajar a Edimburgo, también un contrato para Francia con pocas posibilidades.

De las cuatro becas que pedí, ya me han dicho que no dos de ellas. Pero me han dicho que no con muy buenas palabras, que conste. Algo así:

El Patronato de la Fundación Alfonso Martín Escudero ha adjudicado las 30 becas convocadas para realizar trabajos de investigación en universidades o centros en el extranjero 2007-2008. Con este motivo lamentamos comunicarle que su candidatura no ha sido seleccionada.

Un cordial saludo,
Rocío Ayudarte Cruz


Ayudarte... ayudarte podría, que le decía Yoda a Luke después de escoñar la nave en la que viajaba. Qué cruz! Pero que no panda el cúnico, todavía quedan dos y todavía mantengo la fe.

Pero vamos al lío. El otro día estábamos en la boda de uno de nuestros principales admiradores secretos cuando, con la llegada del amanecer, se nos ocurrió un magnífico plan: Como despedida de Granada, asaltar el bosque de la Alhambra.

Durante dos semanas hemos preguntado a gente, buscado información, incluso me bajé el googleearth para tener una buena perspectiva del terreno. La idea poder entrar en un bosque que está metido en la ciudad pero en el que nadie puede entrar. En un bosque que tiene sus muros, sus puertas, sus cancelas y sus llaves. ¿No tenéis curiosidad sobre cómo puede ser lo que hay allí dentro? No queremos llegar al propio recinto de la Alhambra ni de los jardines del Generalife, sino a esa zona de bosque que se ve desde el paseo de los tristes.

Después de mucho preguntar, ayer comenzamos la investigación sobre el terreno. En primer lugar había varias dudas sobre los sistemas de vigilancia que, finalmente, hemos podido averiguar:

1.- No hay perros. Además de que nos lo olíamos, hemos confirmado la ausencia de chuchos con malas intenciones, gracias a otra admiradora infiltrada en las hordas enemigas.

2.- En las zonas a las que queremos acceder no hay cámaras de vigilancia. Todo esto se ha comprobado sobre el terreno, ayer domingo.

3.- No hay guardas en el bosque. Pero en ocasiones se asoman desde la Alcazaba.

4.- Los aspersores solo se encienden a primera hora de la mañana. No tengo pruebas de esto, pero da igual.

La idea inicial era la que me contó mi abuelo hace mucho tiempo:
Es relativamente fácil, pero esa información es alto secreto. Tienes que subir por la cuesta de Gomerez y una vez pasado ese arco subes un poquito por el carril. No sé, veinte metros, y entonces te giras a la Alhambra y subes por entre los hierbajos... Entonces llegarás a la muralla y por allí saltas, lo más pegado a la Alhambra. Por allí ten cuidado y mira siempre a la Alhambra porque los guardas se asoman y están las luces. Además verás la vereda que transitan los jardineros, pero los guardas no pasan.


Sin embargo nuestro amigo italiano nos avisó de que la cuesta Gomerez estaba en obras y que por allí no se podía. Así, ni cortos ni perezosos, ayer domingo hicimos las mochilas y nos fuimos a planear el asalto. Sobre el terreno.

Como internet va fatal, luego cuelgo las fotos que hicimos y os cuento el plan. Vaya, tanto rollo para nada, no?